De mundiales, colectivos y libertad
¿Cuantos momentos interesantes pueden pasar delante de nuestros ojos sin que lo notemos durante el dia? Muchos (respuesta obvia). El primer articulo que voy a publicar es justamente uno de esos momentos del que fui testigo en un colectivo.
Este episodio, que es una conversacion, podria haber sucedido tranquilamente en un kiosko, en un bar, en un taxi, en un parripollo o en un club de bochas, la verdad es indistinto. Fue una charla casual de menos de 10 minutos que tal vez esta sucediendo en cualquier lugar a esta hora pero que valla a saber porque me dejo pensando un largo rato.
Corria Julio y el pais estaba revolucionado con el Mundial de Futbol (me incluyo obviamente, me encanta el futbol) luego de la victoria de la seleccion argentina sobre mexico por 2-1. Era el dia posterior y me dirigia en un colectivo rumbo quien sabe a donde y , como es comun en ciertas horas de la tarde, estaba colmado.
El colectivero se notaba atareado (no es para menos) y comentaba el hecho de que el no pudo presenciar la victoria por encontrarse trabajando en ese horario. Al lado de el se hallaba parada una mujer con la que el conductor charlaba de temas corrientes y por supuesto tocaron el tema del mundial, hasta aca nada del otro mundo hasta que cerca del hospital avistò un auto del servicio penitenciario que llevaba _por supuesto- detenidos quien sabe porque cisrscunstancias.
El comentario del colectivero no se hizo esperar:
-Es impresionante el laburo que tengo, a veces me gustaria ser uno de esos (en alusion a los detenidos)
- y si (respondio la mujer, en tono de broma)
Pero no paro ahi:
-Porque imaginate no hacen nada en todo el dia, comene gratis, no tienen que pagar alquiler, no tienen que trbajar un solo dia y como si fuera poco todos nosotros le pagamos al estado para que los mantenga. Tendrian que hacerlos trabajar, viven de arriba...
Esta vez el tono de la mujer ya no fue el mismo de complicidad sino que no le siguo el juego como haciendo notar su desacuerdo. El colectivero no paro ahi:
- Encima imaginate ayer los dejaron ver el partido...
La mujer pregunto algo que termino con la conversaciòn:
-Y cuanto vale tu libertad?
Èl fue defendido por otro señor que avalo los comentarios del chofer, la señora no hablo mas y ellos desviaron la conversacio (para teminar con el clima tenso,vio?) hacia el partido.
La verdad yo me quede pensativo de como algunas ideas y discursos autoritarios siguen presentes entre todos nosotros aunque en formas sutiles en este caso en la boca de un tipo comun como yo, pensaba en si yo tambien en algun momento no habria dicho barbaridades como esas, pense tambien en la frase que dijo ella cuanto vale tu libertad? En ese momento tuve que bajarme en la parada, y el mundo siguio andando como todos lo dias sin tiempo para reflexionar.
Este episodio, que es una conversacion, podria haber sucedido tranquilamente en un kiosko, en un bar, en un taxi, en un parripollo o en un club de bochas, la verdad es indistinto. Fue una charla casual de menos de 10 minutos que tal vez esta sucediendo en cualquier lugar a esta hora pero que valla a saber porque me dejo pensando un largo rato.
Corria Julio y el pais estaba revolucionado con el Mundial de Futbol (me incluyo obviamente, me encanta el futbol) luego de la victoria de la seleccion argentina sobre mexico por 2-1. Era el dia posterior y me dirigia en un colectivo rumbo quien sabe a donde y , como es comun en ciertas horas de la tarde, estaba colmado.
El colectivero se notaba atareado (no es para menos) y comentaba el hecho de que el no pudo presenciar la victoria por encontrarse trabajando en ese horario. Al lado de el se hallaba parada una mujer con la que el conductor charlaba de temas corrientes y por supuesto tocaron el tema del mundial, hasta aca nada del otro mundo hasta que cerca del hospital avistò un auto del servicio penitenciario que llevaba _por supuesto- detenidos quien sabe porque cisrscunstancias.
El comentario del colectivero no se hizo esperar:
-Es impresionante el laburo que tengo, a veces me gustaria ser uno de esos (en alusion a los detenidos)
- y si (respondio la mujer, en tono de broma)
Pero no paro ahi:
-Porque imaginate no hacen nada en todo el dia, comene gratis, no tienen que pagar alquiler, no tienen que trbajar un solo dia y como si fuera poco todos nosotros le pagamos al estado para que los mantenga. Tendrian que hacerlos trabajar, viven de arriba...
Esta vez el tono de la mujer ya no fue el mismo de complicidad sino que no le siguo el juego como haciendo notar su desacuerdo. El colectivero no paro ahi:
- Encima imaginate ayer los dejaron ver el partido...
La mujer pregunto algo que termino con la conversaciòn:
-Y cuanto vale tu libertad?
Èl fue defendido por otro señor que avalo los comentarios del chofer, la señora no hablo mas y ellos desviaron la conversacio (para teminar con el clima tenso,vio?) hacia el partido.
La verdad yo me quede pensativo de como algunas ideas y discursos autoritarios siguen presentes entre todos nosotros aunque en formas sutiles en este caso en la boca de un tipo comun como yo, pensaba en si yo tambien en algun momento no habria dicho barbaridades como esas, pense tambien en la frase que dijo ella cuanto vale tu libertad? En ese momento tuve que bajarme en la parada, y el mundo siguio andando como todos lo dias sin tiempo para reflexionar.